*~Dentro de la Pirámide~*

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—Cierra la boca, es tercera vez que te lo digo —Bufo un chico en la oscuridad

—Pero...

—¡¡Estoy pensando!! —le grito nuevamente

Darkrai salio de su rincón, observando a quien le gritaba con tono autoritario, sabia que estaba molesto por lo que había sucedido la noche anterior, había tenido las herramientas para matarle, pero no había tenido el valor para destrozar una joven alma.

—Lo siento Jack —se disculpo Darkrai

—Debiste matarla cuando la tuviste en frente —Jack se puso de pie y camino hacia Darkrai —Venga, vamos a luchar

No espero respuesta del pokemon y comenzó a atacar, pronto ambos se vieron rodeados de una densa niebla negra, solo destellos resaltaban entre la oscuridad. Jack necesitaba desquitarse con alguien o algo, sentía que todo había sido en vano y un completo fracaso. Un fuego azuloso salio de la densa capa de neblina, uno de los dos salio volando hasta azotarse contra la pared de la pirámide.

—¡¡SUFICIENTE!! —grito Darkrai

—No, no lo es —grito Jack poniéndose de pie

Darkrai suspiro —Dejalo Jack, de todas formas no hubiese dejado que la mataras

—¿A que te refieres? —pregunto Jack con ira

—Arceus, no hubiese dejado que mataras a la chica

Jack guardo silencio —Tienes razón —respondió sonriendo —Venga, larguémonos de aquí inútil.

Rápidamente comenzó a correr hacia la salida acompañado de Darkrai. De todas maneras seguía sintiéndose impotente al haber perdido la oportunidad de matar a aquello que le había robado su gloria, la odiaba, odiaba al maldito Arceus, pero no importaba, pronto le iba a encontrar Face to Face...

***Desde las montañas***

Aprovechando que la joven estaba inconsciente, aquel extraño la encadeno en una cámara oscura y de un desagradable aroma, estaba a penas iluminado por una vela sobre lo que parecía una caja al centro de la habitación y se escuchaban cadenas moverse, quejidos y llanto de otras jóvenes cautivas, las cuales aun desconocían cuan horrible seria su final.

—Por favor... déjenme salir... —suplicó entre sollozos una chica ninetales que colgaba atada de sus brazos.

Su secuestrador solo emitía un escalofriante sonido al respirar, pues no hablaba, un accidente le había arrebatado la capacidad de hablar, pero salio de aquella cámara, dejando a sus jóvenes victimas disfrutar de su "comodidad."

Caroline desperto poco a poco gracias al olor de aquel lugar. Estaba sentada en el suelo, y sus muñecas permanecian atadas a la pared con unas oxidadas cadenas. Su cabeza le dolia, por lo que emitio un quejido bastante fuerte.

—Demonios, donde estoy? —Pregunto en general.

La ninetales seguía llorando tan silenciosamente como le era posible, pero ya no soportaba mas, no sentía sus brazos, pues ellos estaban sujetando su peso colgando de sus muñecas. Una horrenda tos junto a Caroline sonó también, se trataba de una glaceon que estaba débil y atada como las demás.

—Nadie aquí lo sabe —explicó la glaceon con voz apagada y débil —Todo lo que sabemos es que es lo mas parecido al infierno... —agregó quebrando en llanto.

—Cada que llega alguien nuevo, una de nosotras se va y con suerte regresa muy malherida —explicó una vulpix que estaba frente a Caroline, pero que no se distinguía por la poca luz.

Caroline dibujo una mueca de terror al oir a las jovenes. —No, chicas, escuchen, tenemos que escapar de aqui, no hay que rendirnos —Dijo, comenzando a forcejear. —Vamos! se que podemos hacerlo, podemos derretir esto! —Exclamo, al ver que nadie se movia.

—No tiene caso!! —gritó la glaceon entre sollozos —La ultima chica que intento escapar murió frente a nosotros! —explicó temblando y llorando al recordarlo.

La vulpix bajó la mirada y suspiró con tristeza antes de ladear la cabeza para mirar a su hermana mayor, la ninetales que colgaba y lloraba.

—Era una pidgeot, intento cuanto pudo por escapar, ella y una beautifly lo intentaron, pero... —la voz de la vulpix se quebró incapaz de seguir narrando lo sucedido.

Una beautifly. Sus ojos se llenaron de lagrimas, pues la primera que se le vino a la cabeza fue Sabrina, ella habia desaparecido de repente y no la habian encontrado. Siguio forcejeando.

—Por favor chicas!! no debemos rendirnos! apuesto a que esa Beautifly intentaba escapar por todos los medios verdad? —Pregunto con la voz elevada. —Vamos!! entre todas se que podemos asesinar a ese loco tras derretir esas malditas cadenas!! —Exclamo, y comenzo a producir calor, intentando derretir aquellas cadenas, pero cada esfuerzo la debilitaba, ahi adentro faltaba mucho oxigeno.

—Tu no lo entiendes! —exclamo una cuarta voz, una bellossom que se había limitado a permanecer en silencio al igual que dos chicas mas que estaban ahí también —En estos momento quieres luchar, todas quisimos hacerlo al llegar aquí, pero ahora estamos débiles, heridas, asustadas, esto es peor que el infierno y solo nos resta esperar morir, morir como ya lo hicieron Vicky, Gaby, Sabrina y Jess! —agregó tratando de ahogar el llanto.

Las lagrimas comenzaron a fluir al escuchar el nombre de Sabrina. Nego con la cabeza. —No... no... Saby no.... Sabrina no murio... —Murmuro. —Sabrina esta con vida!! —Grito con fuerza. Siguio forcejeando, pero sus fuerzas se acababan de forma inexplicablemente rapida.

La puerta de la cámara se abrió lentamente y el resplandor de las filosas cuchillas del kabutops ilumino algunos de los desafortunados rostros. Todas, asustadas de ser la siguiente victima, se impulsaban contra la pared, deseosas de poder retroceder mas. Aquel loco pokemon, avanzó hasta donde colgaba la ninetales y liberó a la chica, quien cayo sin soporte al sueño.

—NO! CINDY NO!! —gritó la vulpix al ver como su inconsolable hermana era arrastrada por el cabello fuera de la habitación.

Observo a la ninetales ser arrastrada y trago saliva. Esperaba no ser la siguiente, pues no queria morir, no podia morir, no podia dejar a Angelina, ni a Edward, ni a nadie. No, iba a salir de alli costara lo que costara.

—AUXILIO!!!! SAQUENNOS DE AQUI!!!!!!! —Grito, con la esperanza de que alguien la escuchara.

La vulpix quebró en llanto tras ver a su hermana desaparecer en el umbral —Cindy... no...

—NO QUIERO MORIR! NO QUIERO MORIR!! —gritó la glaceon, aterrorizada y desesperada, forcejeando con fuerza hasta punto de hacerse sangrar sus muñecas.

Fuera de la cámara, comenzaron a escucharse golpes violentos mezclados con sollozos y gritos desgarradores de dolor. El kabutops golpeaba las piernas de la joven con algo similar a una lapida de roca y lo hacia con tanta fuerza que prácticamente estaba triturando los huesos de su desafortunada victima.

—Cindy! no! —sollozó la vulpix al escuchar los desgarradores gritos de su hermana suplicando misericordia.

Caroline nego con la cabeza, mientras seguia forcejeando, pero cada esfuerzo era inutil. Nada mas conseguia debilitarse cada vez mas. No podia dejarlas perder las esperanzas, debia hacerlas animarse. Sentia su corazon latir desenfrenado, buscaba con desesperacion alguna salida de ahi, algun descuido, pero nada, no habia ni siquiera una pequeña grieta para escapar. Dio un suspiro. El dolor de su cabeza estaba matandola. No iba a rendirse tan facilmente. Cerro los ojos reposando su cabeza contra la pared, procesando alguna idea.

—Escapar... Escapar... —Repetia, intentando que su cerebro produciera alguna idea. Comenzo a pensar en Jake, mientras las lagrimas volvian a fluir. No queria imaginarse aquello, no queria imaginar a Jake tratando de asimilar que su amada beautifly habia muerto.

Un ultimo golpe y un ultimo grito se escucharon fuera de aquella oscura y sucia habitación, lo que hizo que la vulpix rompiera en llanto con mas intensidad, consciente de que su hermana mayor había muerto.

Caroline hizo una mueca de dolor al escuchar que el alboroto habia cesado. Suspiro de forma profunda y cerro los ojos, aun meditaba, no queria pensar en Jake ni en Sabrina, si no una manera de escapar de ahi.

—Me pregunto a quien traeran —Murmuro. —A mi me encantaria saber porque toman solo a chicas —Dijo, elevando la voz. —Pues yo no le tengo miedo a un pokemon que ni siquiera habla!!! —Grito.

La vulpix seguía llorando desconsoladamente, angustiada y resignada a lo que podría pasar con ella. Afuera se escucharon los pasos de aquel pokemon mientras salia y las chicas solo miraron a la vulpix con tristeza.

—Seguro traerá a alguien mas —murmuró la bellossom.

—Ese maldito insecto con armadura, no quiero que se las vea conmigo, sera muy rapido, pero dudo que sea inteligente —Exclamo Caroline, forcejeando con las cadenas que la tenian sujeta. Se quedo quieta al oir los pasos, viendo hacia la entrada de la camara.

—Deberías guardar tus energías, las necesitas mas adelante —dijo la bellossom dando un resignado suspiro.

Caroline nego con la cabeza. —Maldito insecto desnutrido, para que demonios quiere torturarnos? —Pregunto, sin dejar de forcejear. Cuando los pasos se detuvieron, ella tambien lo hizo, sintiendo terror por primera vez que fuera a ella la siguiente que escogeria.

La puerta de la cámara se abrió y el kabutops ingresó deslizando su mirada sobre cada una de las chicas. Ladeó la cabeza de manera un tanto siniestra y se acercó a la bellossom a la cual le colocó la punta de su filosa cuchilla en el ojo, clavandola y sacandole el ojo frente a todas las presentes.

La desafortunada vocifero un desgarrador grito de dolor, mientras que el resto ahogaba gritos de susto y desesperación.

La chica rapidash, cuando sintio lo que iba a pasar a continuacion, cerro los ojos y ladeo la cabeza para el lado contrario, pero cuando escucho el grito de las jovenes, ella instintivamente tambien grito, comenzando a resignarse en que no podria escapar de ahi.

El kabutops siguió observando, aun tenia el globo ocular de la bellossom clavado en la punta de su cuchilla. Ladeó la cabeza y observó en la dirección en la que estaba Caroline, caminando lentamente hacia ella, pero antes de llegar se detuvo frente a la glaceon, la cual comenzó a negar con la cabeza, desesperada y aterrada al ver a aquel pokemon frente a ella.

—No... por favor... —suplicó la chica casi sin voz e instintivamente busco con su mano algo con que defenderse, pero no había nada.

La joven encontró a su lado la mano de la rapidash y la sujeto con fuerza. Caroline pudo sentir la desesperación con la que la mano de la glaceon temblaba mientras la sujetaba casi clavandole las uñas. El kabutops observó a la glaceon y sin aviso alguno paso su filosa cuchilla por el brazo de la chica cortandoselo, lo que hizo que la mano de la joven se quedara sujetando la mano de Caroline, mientras la aterrada y herida glaceon daba un grito de dolor, terror y desesperación.

Caroline solto un desgarrador grito mirando la mano que la tenia sujeta. Movio lo poco que podia de su mano y la solto lejos, lo cual le llevo varios intentos. Habia salpicado sangre, por lo que su rostro estaba totalmente manchado. Su respiracion era agitada y con terror, enmudecida ante lo que veia.

La glaceon lloraba y suplicaba, mientras el terror reinaba a su alrededor. El kabutops ladeó la cabeza nuevamente haciendo que el macabro sonido de su respiración se hiciera diferente. El pokemon sonrió y tomó a la chica por el cabello, liberándola de las cadenas y arrastrándola al centro de la cámara. Rápidamente le hizo un corte a lo largo de la espalda y comenzó a extraer la columna de la joven, vertebra por vertebra, haciendo que la agonía y su tortura fuera prolongada y desesperante, pero por sobre todo dolorosa.